Thursday, May 11, 2006

Un policia estatal fue quién asesino al menor en Atenco

Declaración de tres miembros de esa corporación al Centro Pro

Un policía estatal fue quien asesinó al menor en Atenco
''Algunos elementos iban armados; nos ordenaron golpear a todo lo que se moviera, siempre que no nos vieran los medios'', expresan

VICTOR BALLINAS Y JESUS RAMIREZ CUEVAS

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro presentó ayer un video con entrevistas a tres elementos de la policía del estado de México, quienes aseguran -como publicó La Jornada el 6 de mayo- que ''la bala que quitó la vida al niño Francisco Javier Cortés en San Salvador Atenco, sí fue disparada por un policía estatal''.
Los tres agentes -cuya identidad se mantuvo en el anonimato- revelan que en el operativo policiaco del 4 de mayo pasado, ''algunos elementos portaban armas como R-15, escopetas calibre 38 y 9 milímetros; recibimos orden de golpear a todo lo que se moviera, siempre que no nos vieran los medios (de comunicación), y que entráramos a las casas a sacar a la gente que se pudiera''.
Al mando de la operación estaba ''el ex comisionado de la Policía Federal Preventiva en el sexenio de Ernesto Zedillo, y vicealmirante de la Armada, Wilfrido Robledo Madrid'', quien como comisionado de la PFP dirigió el desalojo de la Preparatoria 3 y la toma de Ciudad Universitaria, esta última ocurrida el 3 de febrero de 2000.
En conferencia de prensa, el Centro Pro proyectó el video de las entrevistas a los tres agentes estatales, quienes sostienen:
''Eramos más de 3 mil 500 elementos policiacos en el operativo, sólo de los policías estatales, aparte los de la PFP. Al mando de nuestro grupo estaba el comandante David Pintado Espinoza; su clave es Zafiro.
Estaba toda la comandancia
''Además estaban todos los comandantes de la región, comandantes de agrupamientos y subdirectores de Tlalnepantla, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chalco, Amecameca. Ahí estaban de todas las regiones del estado de México, de los sectores que se derivan. Todos los comandantes que se juntan.''
-¿Cuántos cuerpos participaron en el operativo de los estatales? -preguntó el Centro Pro.
-Los sectores, el FAR, Saetas, Caninos, Ases, que es el grupo especial; son los que vimos entrando a los domicilios apuntando a la gente, porque sí traían armas. Ellos siempre andan armados, traen granadas.
-¿Cuál es el grupo de choque?
-El agrupamiento de tránsito.
-¿Hubo policías estatales que iban armados? ¿Qué tipo de armas llevaban?
-Siempre que venimos a los servicios nunca nos da tiempo de desarmarnos. Nada más nos dicen, apúrense, que vamos a un servicio, y venimos siempre armados; el arma la ocultamos en el pantalón y la camiseta para que la gente no se dé cuenta que venimos armados. Cargamos armas R-15, escopetas y 38, es el armamento con el que cuenta la dirección, pero también hay pocas armas 9 milímetros. En esta ocasión había gente armada.
-Cuando ya entran a San Salvador, ¿cuál fue la instrucción?, ¿por quién iban?
-Primera, era disolver a la gente que estaba ahí y que no dejaba entrar a todo el personal a la plaza principal. Después ya viene la orden, salió del gobierno, de los comandos que tenían que entrar a las casas; nosotros era entrar y dispersar a la gente.
-¿A los que se encontraban en la plaza?
-Sí, en las entradas. Pero nunca existe un control de lo que se llega a hacer a los domicilios; a veces en los desalojos todo el personal llega a saquear, busca qué encuentra: dinero, una joya, todo lo que se pueda echar al pantalón y no se perciba. En este caso, la federal entró y empezó a saquear, así con otro personal de la del estado, no nada más la federal.
-¿Quiénes fueron los que entraron a hacer los cateos?
-La policía del estado.
-¿Cómo sabían a qué casa llegar?
-Hubo habitantes del pueblo que fueron señalando los domicilios donde se percataron que entraron estudiantes a esconderse. También fueron señalando a los líderes, a personas del grupo; además, con ayuda de helicópteros se nos iba diciendo más o menos dónde se escondía la gente.
-¿La instrucción era detener a la gente que había participado con los líderes?
-No, a todo lo que se moviera. Porque inclusive se detuvo a mucha gente que no tenía nada que ver. Algunos iban a trabajar, otros estaban en sus bicicletas nada más viendo; también se les subió. A toda la gente que se encontraba en la calle y a los que fueron sacados de sus domicilios.
-Cuando ya habían tomado control de la plaza y empiezan a entrar a los domicilios, ¿cuál es el papel del grupo de choque?
-El grupo de choque siempre repliega a la gente, es lo único que siempre hace. En este caso la consigna ya era entrar a los domicilios y sacar a la gente que se pudiera. Inclusive nos tocó sacar gente que aún se encontraba durmiendo. Jóvenes que estaban dormidos, los agarrabas y los sacabas. Esa era la orden. Asegurar a todo tipo de gente y asegurarla, ya no importaba si eran líderes o no, ya no buscaban quién la hizo sino quién la pagara. De hecho, ni nosotros conocemos a los líderes. Yo creo que por eso hay tanta gente asegurada.
-¿Cómo se llevaban a cabo los cateos?
-Rompiendo chapas, forzándolas, y entrábamos al domicilio a sacar a las personas, a golpear, a agarrarlas a toletazos, patadas, asegurarlas y subirlas a las pick up. En algunos domicilios se les apuntó a las personas y les dijimos que no se movieran. Las señoras son las que más querían defender a sus esposos y a sus hijos; en algunos domicilios hubo disparos.
-¿Les autorizaron a usar las armas?
-La autorización en sí, no; simplemente nos dejaron las armas y si corrían peligro nuestras vidas, pues sí, sí las podíamos usar, que las usáramos. En este caso fue para amedrentar a la gente que no quería dejar que nos lleváramos a sus familiares. Esta gente no estaba armada, nosotros sí entrábamos con armas.
-¿Y el niño que murió?
-Fue por un impacto de 38 especial.
-¿ Y esa arma quién la utiliza?
-Nosotros, la policía estatal, y fue un compañero el que disparó.
-¿Le disparó al menor al calor de los hechos o fue de manera directa?
-De manera directa. Ya que el niño lo estaba descubriendo que estaba escondido; dijo que había un policía estatal y éste sacó el arma y le disparó.
-¿Qué orden les dieron para iniciar el operativo en Atenco?
-El comandante nos recoge de los servicios que estábamos cubriendo. Nos dice que teníamos que ir a apoyar al personal que se encontraba en el servicio. Estábamos esperando órdenes para ver si entrábamos en la tarde (del día 3) o en la noche.
-¿Cuál fue la instrucción para avanzar hacia San Salvador?
-Nada más nos estaban moviendo, no nos habían dado la información, qué problema, en qué consistiría el operativo. Hasta en la noche nos enteramos que era por unos comerciantes de Chapingo.
-¿Cuando avanzan qué orden les dan?
-Nos quitaron de Chapingo, nos llevaron a otro punto, porque nos dijeron que ya estábamos muy vistos; nos dice el comandante 'ya estamos muy vistos, vamos a quitarnos y a escondernos'. Se salió de la carretera como a 10 minutos por un lado de la región de Texcoco, más allá del Limón. Ahí todo el personal se reunió y esperamos a que llegara más personal de Toluca y otras subdirecciones.
-¿Cuándo avanzan?
-Ibamos a entrar en la madrugada, que fue cuando llegó casi todo el personal de Toluca con varios camiones y unidades, pero como ya era de noche y empezó a llover lo suspendieron para entrar en la mañana del día 4. La orden era entrar al cuarto para las seis, pero en lo que se juntó el personal y nos empezamos a reunir, entramos a las seis.
En la larga entrevista los poli-cías dicen que quisieran decirle a la gente que ''me indigna, me da vergüenza todo lo que sucedió. Ya viendo todo en la televisión, la verdad sí es indignante lo que vi, lo que se hizo a ese pueblo, ya que después de todo también somos seres humanos. Hay muchos excesos que no deberían haber pasado. Que la gente esté consciente de que son órdenes de los mandos de arriba. A nosotros nos obligan a hacer ese tipo de trabajo. Al gobierno le quisiéramos decir que ya no es la forma de gobernar, de reprimir a la gente. Que nos den capacitación, pero profesional''.

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