Nunca fue santa

Tomás Setién Fernández

Parafraseando una de sus recordables films, el título de "Nunca fui Santa" es fácilmente aplicable al recuerdo de la figura, talento y cuerpo tentador color leche de la inolvidable rubia Marilyn Monroe luego de que el pasado cinco de agosto se cumplió el aniversario número treinta y seis de su partida del propio mundo de los vivos, todavía no poniéndose de acuerdo nadie, entre profanos y virtuosos, si por mano propia o por la garra de villanos de apellidos archiconocidos la estrella se apagó dentro de aquella madrugada tras el consumo de una fuerte cantidad de barbitúricos dentro de una sobredósis de crueldad por parte de los que se decían ser sus mejores amigos y camaradas.Enredada siempre en problemas de lechos ardientes y nunca encontrando el real amor detrás de un buen número de matrimonios, cinco en total, sobresaliendo los tenidos al lado del beisbolista Joe Dimaggio y el escritor Arthur Miller se pudo decir que finalmente ni la larga nariz del pelotero ni la excelsa pluma del literato le consiguieron apagar sus propios demonios internos que simplemente colocando más llamas en su interior poco a poco adelantaban su triste y mortal epílogo.Símbolo sexual no sólo de la Unión Americana sino de casi todo el mundo la Monroe (su nombre verdadero Norma Jean Baker) tuvo infancia terrible y devastadora, con una violación por parte de su propio padrastro, y luego constatar la locura de su madre hasta ser internada esta en un manicomio, el descubrimiento de los oropeles hollywodenses de un ser tan atormentado le hizo beberse la vida detrás de gigantescos blodies maries, su bebida predilecta al despertar de sus correrías y parrandas nocturnas, habiendo conquistado la cima detrás de cintas como "La comezón del séptimo año", "Una eva y dos Adanes", "Torrentes pasionales", "Nunca fui santa", "Los caballeros las prefieren rubias", "Cómo atrapar a un millonario", "Almas desesperadas", "Los inadaptados" (su última cinta completa), para luego caer sin remedio al vacío sin que hubiese siquiera una mediana red en el fondo del abismo.Encontrando su fin detrás de las citas candentes con los hermanos Kennedy, John y Robert, atribuyéndose la muerte de Marylin a una operación perfectamente diseñada por la propia CIA luego de enterarse de todo lo que sabía la estrella de secretos de doble y hasta de triple filo de la propia política internacional estadunidense.Sin que nada finalmente se hubiese comprobado en los balbuceos de los sesentas, para ser más exactos en el año de 1962, una casi zombie artista destilando alcohol y perfume francés, fue tomada como un acto de piedad por la propia muerte para dejar constatado una vez más que no sólo los caballeros sino el propio Dios las prefiere rubias, abriéndose por fin el verdadero paraíso nunca conocido en la tierra por la sexi estrella.Hoy la leyenda y la rosa roja sobre su recinto de muerte continúan animando una historia en donde todavía no se sabe donde comienza lo veraz y en donde finaliza los vuelos tanto de mariposas negras como la propia tragedia combinadas con los aleteos entre rosados y dorados de almas que ya cruzaron la barrera del bien y el mal.Usted en qué clase de vuelo pondría a Marilyn. 050807