Las remesas y la irresponsabilidad gubernamental
José Miguel Cobián Elías
En México se reciben 16 mil 600 millones de dólares anuales de los emigrantes mexicanos que trabajan principalmente en Estados Unidos. Dinero que se reparte entre muchas familias desintegradas, a las cuales su patria no les ha podido ofrecer “casa, vestido y sustento”, por lo cual sus varones y en muchos casos sus damas, se han visto obligados a correr todos los riesgos que implica el internarse de manera ilegal en un país como USA, para buscar una mejoría en el nivel de vida.Esta es una enorme tragedia para los mexicanos, para todos, no sólo para los miembros de esas familias. Y es una terrible vergüenza, tanto para los gobiernos priístas como para el actual gobierno panista, que no han sabido encontrar la clave del desarrollo económico, y se han convertido en simples administradores, usufructuarios de la riqueza del país, y lo que es peor, en algunos casos, hasta destructores de sectores industriales, comerciales y de agronegocios, con el fin de hacer “negocitos”, o buscar los beneficios para sus verdaderos “amos”, allende el Río Bravo.“El gobierno ha reducido su obligación social y sus inversiones en infraestructura, pretende apoyarse en las remesas de emigrantes”, dice José López Sánchez en un interesantísimo artículo sobre este tema publicado en su semanario Voz Libre. Todos sabemos que el tráfico de personas, junto con el narcotráfico y el robo de vehículos son los negocios más rentables en nuestro país. Incluso los funcionarios públicos han descubierto una mina de oro en el tráfico de personas, al grado de que ahora la PFP se dedica a buscar “polleros”, en las distintas carreteras del país, pues su inmediata liberación deja ganancias de entre 20 y 50 mil pesos, eso sin contar lo que se le cobra a cada indocumentado centroamericano, por permitirle continuar su camino. Se ha llegado al absurdo de pretender señalar como delincuentes a las empresas que se dedican al transporte (legal) de mexicanos dentro del territorio nacional desde sus lugares de origen hacia la frontera norte. En las fronteras, los futuros “mojados” sufren miles de abusos por parte de mafias perfectamente organizadas y también por parte de las autoridades. Sólo unas cuantas organizaciones no gubernamentales se preocupan por todos esos mexicanos y centroamericanos cuya única falta es la de buscar una vida un poco más digna.Veracruz se ha convertido en un exportador de ciudadanos, al grado de que algunas ciudades y pueblos se han convertido en “pueblos fantasma”, como esos del viejo oeste, en los cuales sólo las mujeres, los niños y los ancianos recorren sus calles. Veracruz tiene 212 municipios, de los cuales 52 están considerados de muy alta marginación, es decir, sus habitantes viven en la miseria absoluta. 67 municipios están considerados de pobreza extrema. Con esto tenemos 119 municipios en condiciones de vida ínfimas, en los cuales los gobiernos priístas desde siempre, no han logrado mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Siendo Veracruz un estado muy rico en recursos naturales, con una significativa participación de ingresos dentro del gasto total del gobierno federal, queda solamente una explicación ante tanta marginación y bárbaro saqueo de los recursos económicos, los cuales no han sido repartidos adecuadamente, esa explicación ya bulle en tu mente amable lector.Tenemos que considerar que en el momento en que a Estados Unidos les convenga, pueden repatriar a una enorme cantidad de mexicanos en edad de trabajar, creando un gravísimo problema social y económico en México. Tan solo por seguridad nacional, el gobierno mexicano debiera preocuparse por este tipo de asuntos, en lugar de cómodamente aprovechar la circunstancia y desentenderse de la atención a la pobreza gracias a las remesas, que no son más que un símbolo de vergüenza aunque nuestro actual gobierno, ha querido presumir de su monto, como si fuera un logro.jmce@mexico.com
En México se reciben 16 mil 600 millones de dólares anuales de los emigrantes mexicanos que trabajan principalmente en Estados Unidos. Dinero que se reparte entre muchas familias desintegradas, a las cuales su patria no les ha podido ofrecer “casa, vestido y sustento”, por lo cual sus varones y en muchos casos sus damas, se han visto obligados a correr todos los riesgos que implica el internarse de manera ilegal en un país como USA, para buscar una mejoría en el nivel de vida.Esta es una enorme tragedia para los mexicanos, para todos, no sólo para los miembros de esas familias. Y es una terrible vergüenza, tanto para los gobiernos priístas como para el actual gobierno panista, que no han sabido encontrar la clave del desarrollo económico, y se han convertido en simples administradores, usufructuarios de la riqueza del país, y lo que es peor, en algunos casos, hasta destructores de sectores industriales, comerciales y de agronegocios, con el fin de hacer “negocitos”, o buscar los beneficios para sus verdaderos “amos”, allende el Río Bravo.“El gobierno ha reducido su obligación social y sus inversiones en infraestructura, pretende apoyarse en las remesas de emigrantes”, dice José López Sánchez en un interesantísimo artículo sobre este tema publicado en su semanario Voz Libre. Todos sabemos que el tráfico de personas, junto con el narcotráfico y el robo de vehículos son los negocios más rentables en nuestro país. Incluso los funcionarios públicos han descubierto una mina de oro en el tráfico de personas, al grado de que ahora la PFP se dedica a buscar “polleros”, en las distintas carreteras del país, pues su inmediata liberación deja ganancias de entre 20 y 50 mil pesos, eso sin contar lo que se le cobra a cada indocumentado centroamericano, por permitirle continuar su camino. Se ha llegado al absurdo de pretender señalar como delincuentes a las empresas que se dedican al transporte (legal) de mexicanos dentro del territorio nacional desde sus lugares de origen hacia la frontera norte. En las fronteras, los futuros “mojados” sufren miles de abusos por parte de mafias perfectamente organizadas y también por parte de las autoridades. Sólo unas cuantas organizaciones no gubernamentales se preocupan por todos esos mexicanos y centroamericanos cuya única falta es la de buscar una vida un poco más digna.Veracruz se ha convertido en un exportador de ciudadanos, al grado de que algunas ciudades y pueblos se han convertido en “pueblos fantasma”, como esos del viejo oeste, en los cuales sólo las mujeres, los niños y los ancianos recorren sus calles. Veracruz tiene 212 municipios, de los cuales 52 están considerados de muy alta marginación, es decir, sus habitantes viven en la miseria absoluta. 67 municipios están considerados de pobreza extrema. Con esto tenemos 119 municipios en condiciones de vida ínfimas, en los cuales los gobiernos priístas desde siempre, no han logrado mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Siendo Veracruz un estado muy rico en recursos naturales, con una significativa participación de ingresos dentro del gasto total del gobierno federal, queda solamente una explicación ante tanta marginación y bárbaro saqueo de los recursos económicos, los cuales no han sido repartidos adecuadamente, esa explicación ya bulle en tu mente amable lector.Tenemos que considerar que en el momento en que a Estados Unidos les convenga, pueden repatriar a una enorme cantidad de mexicanos en edad de trabajar, creando un gravísimo problema social y económico en México. Tan solo por seguridad nacional, el gobierno mexicano debiera preocuparse por este tipo de asuntos, en lugar de cómodamente aprovechar la circunstancia y desentenderse de la atención a la pobreza gracias a las remesas, que no son más que un símbolo de vergüenza aunque nuestro actual gobierno, ha querido presumir de su monto, como si fuera un logro.jmce@mexico.com
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